Barbara Kruger

Blanco,negro y rojo. Así podríamos resumir la obra de Barbara Kruger (Nueva Jersey, 1945). Esta artista conceptual de grandes inquietudes socioculturales es el claro ejemplo de como conjugar fotografía con diseño para que, una vez sumadas, el peso expresivo sea el doble.

VIDA Nacida en el seno de una familia de clase media de Newark (Nueva Jersey), Barbara Kruger centra sus estudios en el diseño y las artes gráficas. En 1964 se matricula en la universidad de Syracusa y en 1965 en la Escuela Parsons de arte y diseño, donde tiene como profesores a la fotografa Diane Arbus y al diseñador Marvin Israel. Fue aquí donde encontró el interes en la interacción de la fotografía y el diseño gráfico. En 1966 da su primer paso laboral al ser contratada para el equipo gráfico de la revista Mademoiselle, en la que poco tardaría en convertirse en responsable del departamento de diseño. También trabajaría para la revista Vogue como responsable de diseño y arte. Es a finales de los 60 cuando empieza a dar sus primeros coletazos en el mundo del arte, concretamente eran obras hechas con materiales téxtiles en los que ya mostraba mensajes de carácter político. Es en los 70 cuando empieza a experimentar con la fotografía sumada a los mensajes de carácter propagandístico. En 1976 toma la decisión de apartar temporalmente su arte para impartir clase en diferentes escuelas y universidades del país. Esta etapa resulta ser muy fructífera especialmente por los debates sobre la “construcción del género” en el trabajo de Carol Squiers, Lynne Tillman, Rainer, Akerman, Mary Kelly y Jane Weinstock. Tras cuatro años impartiendo clase retoma su obra, en la cual empieza a introducir los collages de distintas imágenes superpuestas con mensajes tipográficos. En los 80 se produce un nuevo cambio en su obra, concretamente en la forma de exponerla ya que pasó a aparecer en grandes espacios públicos. De este modo en 1983 cubrió Times Square con su lema "Yo no intento venderle nada". Posteriormente llegaría el diseño de una bolsa de la compra en la que estampó "Compro, luego existo" o los buses con el anuncio/obra "No seas estúpido". En la década de los 90 siguió experimentando con el traslado de la obra de arte del museo a la calle, integrándola en el metro, marquesinas, edificios públicos, vallas publicitarias,grandes salas cubiertas de mensajes...

OBRA

La obra de Barbara Kruger es fácilmente reconocible por su estética,su paleta cromática y por la ecuación que repite a lo largo de su trabajo. De éste modo parte de dos elementos: fotografía (normalmente archivo fotográfico en blanco y negro) y tipografía(por lo general una fuente Futura Bold Oblique en blanco,negro o rojo). Por qué resulta tan efectivo este método? Barbara Kruger siempre mostró su fascinación por Alexander Wolcott,famoso y excéntrico periodista y crítico del diario "The New Yorker". Estas ácidas críticas de Wolcott (uno de los personajes artísticos más referentes de principios del siglo XX) sirvieron a Kruger para encontrar una formula a la hora de lanzar mensajes. De este modo lo que hizo fueron diseños basados en los propagandísticos: obras con mensajes muy claros y agresivos que cuestionasen los preceptos que marca la sociedad de forma subliminal a través de los medios de comunicación. La idea de juntar una imagen con un texto es la de que se puede crear un sentimiento de reflexión mayor que cualquiera de los dos de forma individual.

Si bien Barbara Kruger utiliza principalmente material fotográfico de archivo,para entender su obra es necesario comprender su visión sobre la figura histórica y social de la mujer, a la cual intenta enaltecer para hacer frente a los movimientos machistas y misóginos, algo muy común en la década de los 70' ,en la que se popularizaron los diseños feministas. De este modo la mujer de Barbara Kruger es una mujer fuerte,decidida y dueña de ella misma y de sus elecciones. Así lo demuestra la mirada profunda de alguna de sus protagonistas o bien su actitud desinhibida y despreocupada ante lo que puedan pensar de ella. Su trabajo más reciente es la portada para la revista "W Magazine", en la que retrata un desnudo de Kim Kardashian, el cual tiene la particularidad de tener un acting muy natural. Ésto, junto a los mensajes que "visten" a la fotografiada,transmite la idea de la aceptación del propio cuerpo. Este mensaje se agranda teniendo en cuenta que la fotografiada es Kim Kardashian, recurrente objeto de burla por su constitución física.