ANDRÉ KERTÉSZ


ANDRÉ KERTÉSZ

“Lo que siento, lo hago”


Andor Kertész nace en Budapest, Hungría, el 2 de julio de 1894.
Kertez nació en el seno de una familia judía. Su padre Lipót Kertész era un vendedor de libros y su madre Ernesztin Hoffmann era ama de casa. Su padre murió de tuberculosis cuando él tenía 14 años.
Su tio pagó sus estudios aunque el no tenía especial interés por ella.
Cuando tuvo dinero suficiente compró su primera cámara ya que le llamaba la atención las revistas y todo ese mundo, su familia con preocupación querían que André se quedara en el mundo de los negocios, mas lucrativo y seguro.


Durante su tiempo libre, Kertész empezó a tomar fotografías a los campesinos locales, a los gitanos y los paisajes de la Gran Llanura Húngara. En 1914 estalla la Primera Guerra Mundial y a los 20 años se alista como alférez voluntario. retrata la vida cotidiana de los soldados alejados del campo de batalla, y consigue imágenes sorprendentemente sutiles y alegres. la mayoría de estas fotografías fueron destruidas durante la revolución húngara de 1919.



Regresó a su trabajo como corredor de bolsa, Kertész quería abandonar Hungria, y siguió con la fotografía en su tiempo libre hasta que pudo hacerlo.
En 1923, la Asociación de Fotógrafos Aficionados de Hungría le ofreció una medalla de plata por una de sus fotografías, pero con la condición de que ésta debería ser impresa usando el proceso bromóleo. Kertész se negó a utilizar este proceso y rechazó la medalla, desde allí Kertész comenzó una batalla para defender su trabajo, la cual tendría en el futuro otras confrontaciones.



Una de sus fotografía apareció en la portada de la revista Erdekes Ujsag en 1925, esta fue la primera vez que una foto del aparecía en portada. 



Se mudó a París y cambia el nombre de Andor por André, que usaría durante el resto de su vida.

Por aquellos días muchos fotógrafos estaban interesados en el dadaísmo, el cual se estaba convirtiendo en un movimiento artístico considerable, especialmente en Francia. Pronto André lo conoció, también le impresionaba el cubismo. 

            

Es un fotógrafo que con el tiempo fue muy reconocido por su estetica e impecable trabajo.

Durante los primeros años de su carrera, sus trabajos no fueron apreciados debido a sus ángulos poco ortodoxos y a su deseo de conservar un estilo fotográfico personal. Incluso al final de su vida Kertész consideró que no había obtenido el reconocimiento que merecía.

Autodidacta, fue fiel a su credo: “Lo que siento, lo hago”. Jugó con diferentes movimientos como el surrealismo, el constructivismo o el humanismo, incluso, se anticipó a ellos. Su postura como fotógrafo no se puede reducir a un proyecto únicamente estético, social o moral. Kertész  se aferró a su punto de vista y no renegó de él ni para satisfacer a un cliente ni para adherir a una moda.



       





    


Mantuvo su espíritu libre y creativo aún en los momentos más duros de su vida,  defendiendo su obra y su visión de las cosas a toda costa. Además, sus esfuerzos para inventar, desarrollar y establecer el ensayo fotográfico le valieron la entrada a las paginas de la historia de la fotografía.




Cerca de doscientas imágenes que reúnen hoy 60 años de trabajo ininterrumpido de André Kertész, afamado fotógrafo de influencia decisiva en el arte y el periodismo del siglo XX.



1 comments:

Unknown dijo...
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