Trabajo personal (Como en casa)

La idea que tengo como proyecto personal es llevar a cabo una especie de trabajo documental fotografiado en película sobre mis sitios favoritos y en los que más tiempo he pasado a lo largo de mi vida en mi ciudad, yendo desde localizaciones que están en mi barrio, esto juntándolo con un breve resumen de por qué me gustan esos sitios.

La intención que tengo es transmitir cierta sensación de nostalgia, parecido a aquel que ve un álbum de fotos de hace muchos años.

Quiero que la estética esté basada en los tonos pastel y que el conjunto de instantáneas se compenetre entre si, de forma que todo se pueda ver fácilmente como un conjunto (aproximadamente 3/6 instantáneas)

Por otro lado busco también una composición sencilla, no muy dinámica y con un acorde de colores no demasiado complejo. Al ser imágenes sencillas busco también que con una sola mirada puedan entenderse casi por completo.

Las composiciones serán en su mayoría verticales.

-La localización, como dije, serán mis partes favoritas de mi ciudad y en las que más tiempo he pasado, de esta forma no me veo ligado a hacer una foto a un sitio simplemente porque signifique algo para mi, también podría odiarlo y contar sobre por que lo odio.

 
-La iluminación vendrá dada por la propia luz del día, no me planteo llevar ningún tipo de luz artificial

-Los parámetro que utilizaré serán:

-ASA de 160 a 800, ya que los que están entre estas sensibilidades son los que más manejo y con los que más familiarizado estoy y al ser un trabajo documental prefiero estar cómodo con mi equipo.
 
-Velocidades de obturación intermedias, entre 1/60 a 1/300, ya que no busco provocar ningún tipo de difuminado mediante el uso de la velocidad de obturación


-Un diafragma típico de la fotografía de calle/documental, entre 5,6 y 8, ya que suele ser el punto donde los objetivos llegan a alcanzar su mayor calidad, aunque realmente, si la situación lo requiere podría utilizar otros parámetros















Es una de las terrazas del bar de la zona de mi casa, que, además, está ahí desde que tengo uso de razón.
Empecé a pasarme por allí cuando apenas tenía los 6 años, con mi madre, pero la relación entre esta y los dueños ya tenía recorrido de aquella. 

Quieras que no, usar la misma mesa y las mismas sillas todos los días hace que toda la gente frecuente te acabe llamando por tu nombre y a ti que no te moleste que lo hagan. Le coges cariño a todo, al bar, a los dueños e incluso a las cosas que creías que no te gustaban. 
Tengo amigos menos amigos que este bar.




Antes era un tienda que frecuentaba mucho con los amigos que tenía en el barrio, concretamente, es la parte de atrás, solíamos comprar cualquier cosa y pasábamos el rato sentados en esa especie de puerta que hace tiempo, por cierto, podía abrirse.

La dueña nos conocía desde que éramos unos niños y al final, como a casi todos los niños, les acabas cogiendo cariño y por otro lado, a los críos tampoco les cuesta mucho trabajo encariñarse con alguien.

Acabó cerrando por jubilación y como es normal, a uno, le dá pena. Al fin y al cabo tu gente también es tu casa y nos quedamos sin casa y sin gente. 

De vez en cuando, los días que hay tiempo y nosotros nos podemos ver, vamos a echar un vistazo para comprobar si la puerta, el cartel y los de siempre seguimos igual.





A fuerza de fuerzas le acabas cogiendo cariño a los sitios que más frecuentas, pero hay casas que jamás serán tu casa y por consiguiente duermes en una cama que no es la tuya.

El tiempo no es malgastado, pero quizá no ha estado del todo bien empleado. Por pura probabilidad hay buenos recuerdos de todo, pero prefiero dormir en mi colchón.





Tener un sitio íntimo con alguien nunca está mal. 
Yo y uno de mis mejores amigos descubrimos esta esplanada en medio de la nada hace ya varios años y es un sitio que sin apenas darnos cuenta, nos ha acompañado durante una gran parte de nuestra adolescencia y al que, por alguna razón, le tenemos un gran respeto.

Supongo, que en parte es porque ha crecido con nosotros, o más bien, nosotros hemos crecido con el.
Desde luego que si queremos un poco de silencio y estar tranquilos es una opción que siempre consideramos y siempre viene bien estar un poco más tranquilo.

Dá igual que venga con mi amigo o solo. Es fácil sentirte acompañado en un sitio en el que siempre has tenido compañía.





























                                













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