Estas fotos son el resultados de una mañana en la calle Príncipe, Vigo. A través de estas imágenes, he querido enfatizar la ironía de cómo un pequeño cilindro causa tanto daño en nuestro sistema y que, aún sabiéndolo, seguimos permitiendo que nos destruya el organismo poco a poco.
No he discriminado en sexo u edad, ya que considero que en estos tiempos, hay mucha variedad de gente que fuma.
Para estas fotos, he utilizado un teleobjetivo con el fin de robar todas las fotos sin que los sujetos se dieran cuenta de que eran fotografiados.
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