Vicarious


El problema del hombre moderno radica en su maldad. Al contrario, en general, y por razones prácticas, prefiere ser bueno. Simplemente odia aburrirse. El aburrimiento le horroriza, cuando en realidad no existe nada más constructivo y saludable que una buena dosis cotidiana de tiempo muerto, de instantes mortalmente aburridos, de muermo intenso, solo o en compañía. El auténtico hedonismo es el aburrimiento. Solo el aburrimiento permite disfrutar del presente, pero todo el mundo parece apuntar en la dirección contraria: para no aburrirse, los occidentales huyen por mediación de la tele, del cine, de Internet, del teléfono, de los videojuegos o de una simple revista. Nunca están en lo que hacen, solo viven por poderes. Cuando estamos delante del televisor, o de un portal interactivo, o llamando por teléfono móvil, o jugando con nuestra Playstation, no vivimos. Estamos en un lugar distinto del sitio en el que realmente nos encontramos. Quizás no estemos muertos, pero tampoco puede decirse que estemos vivos.

Todos los que critican la sociedad del espectáculo tiene una tele en casa. Todos los que desprecian la sociedad de consumo tienen una tarjeta Visa. Nada ha cambiado desde Pascal: el hombre sigue huyendo de su angustia a través de la diversión. Solo que la diversión se ha convertido en algo tan omnipresente que ha remplazado a dios.

El mundo es irreal, salvo cuando es mortalmente aburrido.

Frédéric Beigbeder "13'99"


"Ya me callo....."

1 comments:

Pablo dijo...

Guapo el montaje!
Non vivides, vivides no tuenti! jaja

Publicar un comentario